La Comisión Nacional de Alimentos avanza en la incorporación del cannabis al Código Alimentario Argentino
Regular la incorporación de las partes, derivados y subproductos del cannabis a los alimentos permitirá propiciar el desarrollo de las economías regionales dedicadas a este sector productivo y acompañar a las regulaciones nacionales ya existentes sobre el cultivo del cannabis y del cáñamo industrial.
La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, dio apertura en el Salón de Honor del Centro Cultural Kirchner a la reunión extraordinaria N°148 de la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) en la que se abordó la aplicación de Cannabs Sativa L. en alimentos con el objetivo de evaluar su inclusión en el Código Alimentario Argentino (CAA).
«La posibilidad de incorporar el uso de cannabidiol en alimentos al Código Alimentario Argentino es una oportunidad enorme desde lo que es producción, desarrollo e industria y, por supuesto, también es un empujón a la economía», manifestó Vizzotti durante la apertura del encuentro, por lo que aseguró que «hoy estamos dando un paso muy importante, que es realmente un hito».
La ministra indicó así que regular la incorporación de las partes, derivados y subproductos del Cannabis Sativa L., a los alimentos permitirá propiciar el desarrollo de las economías regionales dedicadas a este sector productivo y acompañar a las regulaciones nacionales ya existentes sobre el cultivo del cannabis y del cáñamo industrial.
Tras agradecer el trabajo conjunto de las diferentes áreas de Gobierno en relación a este tema, Vizzotti se refirió a la nueva reglamentación de la Ley 27.350 y destacó «el rol del Estado nacional para impulsar una reglamentación que amplia derechos y tiene una mirada empática en relación a lo que es una ley de uso medicinal del cannabis e investigación».
En ese sentido, ponderó además que durante la actual gestión «se trabajó con la sociedad civil, se creó el REPROCANN, se hizo el blanqueo de semillas que permitió que se pudieran empezar a comprar semillas legales y de calidad para el autocultivo y se aprobaron más de 50 proyectos de investigación en todas las provincias», por lo que sintetizó: «Se empezó realmente a generar una política de Estado».
En este marco, la titular de la cartera sanitaria puso en valor la sanción, en mayo de este año, de la Ley 27.669 que da marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, y enfatizó que «esta ley, que estamos trabajando para reglamentar, trae una oportunidad mucho más grande en relación a lo que significa la producción».
Por su parte, el secretario de Calidad en Salud, Alejandro Collia, señaló que «durante todo este año se han realizado múltiples acciones que derivaron en la posibilidad de enriquecer lo que hace al alimento en la República Argentina» y recalcó que esta jornada «da valor a un trabajo que viene liderando la ministra, con compañeros que tienen una enorme experiencia y con otras áreas del Gobierno».
El funcionario añadió así que: «Hay pocos países del mundo que están regulando la posibilidad de incorporación del cannabis al alimento, y Salud viene liderando acciones que son reconocidas a nivel mundial y regional».
A su turno, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, afirmó que «el desarrollo del cannabis viene dando oportunidades de trabajo, para nosotros es determinante continuar trabajando en esta cadena, como venimos haciéndolo con INASE y SENASA, en articulación con Salud y el resto de los organismos que componen la CONAL», y agregó: «Ya hemos entregado los primeros nueve certificados de titularidad de las variedades de Cannabis registradas en la Argentina, marcando un hito histórico de este Gobierno en apoyo al desarrollo de esta nueva producción».
En este sentido, el secretario destacó que «en el país es una actividad que promoverá el arraigo, particularmente para la agricultura familiar y las cooperativas de trabajo constituye una gran posibilidad. La incorporación del cannabidiol como alimento abre un nuevo vector de desarrollo para que esta cadena pueda expresar su máximo potencial, junto al uso medicinal y terapéutico».
Existen dos tipos de cultivos bien diferenciados de cannabis sativa: uno de uso medicinal/terapéutico y otro es el cáñamo industrial de gran potencial para uso en alimentos. Del cáñamo industrial se extraen diferentes subproductos. Como alimento, lo más relevante es el grano del cáñamo prácticamente libre de CBD y THC del cual se puede extraer su aceite, con alto contenido de ácidos grasos esenciales (omega 6 y omega 3) y tocoferoles. Del remanente de la extracción se elabora harina de semilla de cáñamo de uso en diversas preparaciones farináceas, con elevado aporte de proteínas y fibras y sin gluten. Del mismo modo, las semillas tostadas similares a un fruto seco se pueden consumir directamente.
De la apertura participaron también el titular de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), Manuel Limeres, junto a la subadministradora del organismo, Valeria Garay; y la directora del Instituto Nacional de Alimentos (INAL), Mónica López.
El encuentro contó con presentaciones del coordinador del Programa de Cannabis Medicinal del Ministerio de Salud, Marcelo Morante; y de la representante del Instituto Nacional de Medicamentos (INAME), Gabriela Carmen Mantecon.
La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, dio apertura en el Salón de Honor del Centro Cultural Kirchner a la reunión extraordinaria N°148 de la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) en la que se abordó la aplicación de Cannabs Sativa L. en alimentos con el objetivo de evaluar su inclusión en el Código Alimentario Argentino (CAA).
«La posibilidad de incorporar el uso de cannabidiol en alimentos al Código Alimentario Argentino es una oportunidad enorme desde lo que es producción, desarrollo e industria y, por supuesto, también es un empujón a la economía», manifestó Vizzotti durante la apertura del encuentro, por lo que aseguró que «hoy estamos dando un paso muy importante, que es realmente un hito».
La ministra indicó así que regular la incorporación de las partes, derivados y subproductos del Cannabis Sativa L., a los alimentos permitirá propiciar el desarrollo de las economías regionales dedicadas a este sector productivo y acompañar a las regulaciones nacionales ya existentes sobre el cultivo del cannabis y del cáñamo industrial.
Tras agradecer el trabajo conjunto de las diferentes áreas de Gobierno en relación a este tema, Vizzotti se refirió a la nueva reglamentación de la Ley 27.350 y destacó «el rol del Estado nacional para impulsar una reglamentación que amplia derechos y tiene una mirada empática en relación a lo que es una ley de uso medicinal del cannabis e investigación».
En ese sentido, ponderó además que durante la actual gestión «se trabajó con la sociedad civil, se creó el REPROCANN, se hizo el blanqueo de semillas que permitió que se pudieran empezar a comprar semillas legales y de calidad para el autocultivo y se aprobaron más de 50 proyectos de investigación en todas las provincias», por lo que sintetizó: «Se empezó realmente a generar una política de Estado».
En este marco, la titular de la cartera sanitaria puso en valor la sanción, en mayo de este año, de la Ley 27.669 que da marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, y enfatizó que «esta ley, que estamos trabajando para reglamentar, trae una oportunidad mucho más grande en relación a lo que significa la producción».
Por su parte, el secretario de Calidad en Salud, Alejandro Collia, señaló que «durante todo este año se han realizado múltiples acciones que derivaron en la posibilidad de enriquecer lo que hace al alimento en la República Argentina» y recalcó que esta jornada «da valor a un trabajo que viene liderando la ministra, con compañeros que tienen una enorme experiencia y con otras áreas del Gobierno».
El funcionario añadió así que: «Hay pocos países del mundo que están regulando la posibilidad de incorporación del cannabis al alimento, y Salud viene liderando acciones que son reconocidas a nivel mundial y regional».
A su turno, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, afirmó que «el desarrollo del cannabis viene dando oportunidades de trabajo, para nosotros es determinante continuar trabajando en esta cadena, como venimos haciéndolo con INASE y SENASA, en articulación con Salud y el resto de los organismos que componen la CONAL», y agregó: «Ya hemos entregado los primeros nueve certificados de titularidad de las variedades de Cannabis registradas en la Argentina, marcando un hito histórico de este Gobierno en apoyo al desarrollo de esta nueva producción».
En este sentido, el secretario destacó que «en el país es una actividad que promoverá el arraigo, particularmente para la agricultura familiar y las cooperativas de trabajo constituye una gran posibilidad. La incorporación del cannabidiol como alimento abre un nuevo vector de desarrollo para que esta cadena pueda expresar su máximo potencial, junto al uso medicinal y terapéutico».
Existen dos tipos de cultivos bien diferenciados de cannabis sativa: uno de uso medicinal/terapéutico y otro es el cáñamo industrial de gran potencial para uso en alimentos. Del cáñamo industrial se extraen diferentes subproductos. Como alimento, lo más relevante es el grano del cáñamo prácticamente libre de CBD y THC del cual se puede extraer su aceite, con alto contenido de ácidos grasos esenciales (omega 6 y omega 3) y tocoferoles. Del remanente de la extracción se elabora harina de semilla de cáñamo de uso en diversas preparaciones farináceas, con elevado aporte de proteínas y fibras y sin gluten. Del mismo modo, las semillas tostadas similares a un fruto seco se pueden consumir directamente.
De la apertura participaron también el titular de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), Manuel Limeres, junto a la subadministradora del organismo, Valeria Garay; y la directora del Instituto Nacional de Alimentos (INAL), Mónica López.
El encuentro contó con presentaciones del coordinador del Programa de Cannabis Medicinal del Ministerio de Salud, Marcelo Morante; y de la representante del Instituto Nacional de Medicamentos (INAME), Gabriela Carmen Mantecon.