El Garrahan realizó un taller con niños y adolescentes para prevenir enfermedades renales
Identificar los factores de riesgo de la enfermedad renal ayuda a prevenirlas. El acceso oportuno al diagnóstico y un tratamiento precoz retrasan su progresión. Para eso, el Garrahan realizó una actividad educativa y de sensibilización con niños y niñas para difundir los cuidados del sistema renal cuyos órganos funcionan como un filtro en nuestro cuerpo.
En el Día Mundial del Riñón, el servicio de Nefrología y el área de Alimentación del Hospital Garrahan recomiendan una nutrición variada -que evite el exceso de azúcar y sal- y actividad física para mantenerse activo para cuidar la salud renal. El diagnóstico oportuno y tratamiento temprano son importantes para controlar el avance de la enfermedad renal.
La educación y sensibilización desde chicos en estos temas es muy importante y para eso el Garrahan realizó un taller para niñas, niños, adolescentes y sus familias en el hall central del Hospital.
«La alimentación saludable, actividad física, control de la presión arterial y los controles pediátricos en general son fundamentales para detectar problemas y tener una buena salud renal. Además, la derivación temprana al especialista ante el descubrimiento de cualquier patología renal es fundamental», dijo la jefa del servicio de Nefrología, Dra. Marta Adragna.
Los riñones son dos órganos que funcionan como un filtro para mantener el cuerpo saludable. Desechan lo que el organismo no necesita y el exceso de agua a través de la orina, mantienen la cantidad de líquido adecuada y en equilibrio la presión arterial del cuerpo, fabrican células como glóbulos rojos y producen vitamina D.
Durante la actividad, hubo juegos de verdadero o falso y se enseñó a las familias los hábitos recomendados para prevenir enfermedades renales. «La educación continua a las y los pacientes y sus familias brinda el conocimiento y las herramientas prácticas, permitiendo una mayor participación en la toma de decisiones y en su cuidado. Esto se traduce en una mejora de su calidad de vida», sostuvo la Lic. Clarisa Vezzani, jefa clínica del área de Alimentación.
Se remarcó que es necesario evitar exceso de golosinas, dulces y comidas y bebidas con exceso de azúcar. La nutrición debe ser saludable y variada con mucha presencia de frutas y verduras, menos consumo de sal y procesados y envasados. Todo eso debe estar acompañarse con actividad física, juegos en movimiento, baile, caminatas al aire libre.
La Lic. Vezzani sostuvo que «la pandemia y la baja en la calidad de la alimentación incrementaron el sobrepeso y la obesidad y los riesgos en las niñas, niños y adolescentes que padecen enfermedades renales y por eso es muy necesario concientizar a las familias en la importancia de adquirir hábitos saludables».
El servicio de Nefrología del Hospital Garrahan atiende niñas, niños y adolescentes de todo el país con malformaciones renales y de las vías urinarias -cuyos casos graves llevan a la enfermedad renal crónica, diálisis o trasplante renal-, síndrome urémico hemolítico y esclerosis focal y segmentaria.