Consejos para una adecuada nutrición durante los tratamientos oncológicos
Desde la Asociación Civil Linfomas Argentina (ACLA) nos explican que un plan de alimentación puede ayudar a minimizar los efectos secundarios y mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos.
La lucha contra el cáncer es un desafío físico y emocional para los pacientes y sus familias. Además de los tratamientos médicos, los pacientes oncológicos deben prestar atención a su alimentación para mejorar su calidad de vida y aumentar sus posibilidades de recuperación.
Durante los tratamientos oncológicos, los pacientes pueden experimentar diversos efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarrea, pérdida de apetito y cambios en el sabor de los alimentos. Estos efectos secundarios pueden afectar la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes y, a su vez, debilitar el sistema inmunológico.
Es por eso que la nutrición es un componente importante en la lucha contra el cáncer. Un plan de alimentación personalizado puede ayudar a minimizar los efectos secundarios de los tratamientos y mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos. Cada paciente es único y tiene necesidades nutricionales específicas. Por lo tanto, se recomienda trabajar con un profesional de la nutrición para diseñar un plan de alimentación adaptado a cada paciente, evaluando los requerimientos nutricionales del paciente, su estado de salud actual y sus preferencias alimentarias para diseñar un plan que satisfaga sus necesidades nutricionales y minimice los efectos secundarios.
Algunas recomendaciones generales para los pacientes oncológicos incluyen:
⚫ Mantener una alimentación equilibrada que incluya una variedad de alimentos. Priorizar las frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables puede ayudar a proporcionar los nutrientes necesarios para mantener la energía y fortalecer el sistema inmunológico.
⚫ Si el apetito se ve afectado, se recomienda comer varias comidas pequeñas durante el día en lugar de tres comidas grandes. Esto puede ayudar a mantener un aporte constante de nutrientes y evitar la sensación de saciedad temprana.
⚫ Beber suficiente agua es esencial para el buen funcionamiento del cuerpo. Si el tratamiento provoca náuseas o vómitos, se pueden probar otras opciones de hidratación, como infusiones de hierbas o agua con sabor.
⚫ Los alimentos procesados y con alto contenido de azúcar pueden afectar negativamente la respuesta del cuerpo al tratamiento y disminuir la energía. Es mejor optar por alimentos frescos y naturales.
⚫ En algunos casos, puede ser necesario utilizar suplementos nutricionales para asegurar una ingesta adecuada de nutrientes. Sin embargo, siempre es importante consultar con el médico o un nutricionista especializado antes de iniciar cualquier tipo de suplementación.
⚫ Controlar los efectos secundarios de algunos tratamientos oncológicos que pueden afectar la alimentación, como la mucositis, la disfagia o la diarrea. Trabajar de cerca con el equipo médico y buscar la ayuda de un nutricionista puede ayudar a encontrar estrategias para aliviar estos síntomas y mantener una ingesta adecuada de alimentos.
⚫ Escuchar al cuerpo ya que cada paciente es único, por lo que es importante prestar atención a las necesidades individuales del cuerpo. Si un alimento en particular causa molestias o si hay cambios significativos en el apetito o el peso, se debe informar al médico o al equipo de atención médica.
Para los pacientes que padecen ciertos tipos de linfomas y reciben quimioterapia como parte de su tratamiento, es crucial consultar siempre con su médico. Esto se debe a que la dieta puede variar considerablemente según el medicamento administrado. Por ejemplo, algunos pacientes deben evitar alimentos crudos, comidas picantes, embutidos, ensaladas y verduras crudas y frutas peladas, entre otros alimentos similares. Por esta razón, desde la Asociación Civil Linfomas Argentina (ACLA), se recomienda encarecidamente a los pacientes que siempre busquen el asesoramiento de un equipo médico y nutricionistas especializados en oncología. De esta manera, podrán encontrar un plan nutricional adecuado que complemente su tratamiento oncológico
Acerca de ACLA
ACLA es una asociación sin fines de lucro que trabaja dando a conocer información, creando espacios de encuentro y ofreciendo orientación a pacientes con linfoma, síndromes mielodisplásicos y mielofibrosis, de modo de ayudar al conocimiento de la enfermedad, brindando contención y contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de las personas que conviven con estas enfermedades. Desde 2017 brindamos talleres de apoyo emocional y otro tipo de actividades orientadas a contener a los pacientes y acompañarlos en el proceso de su enfermedad.
Más info: http://www.linfomasargentina.org
La lucha contra el cáncer es un desafío físico y emocional para los pacientes y sus familias. Además de los tratamientos médicos, los pacientes oncológicos deben prestar atención a su alimentación para mejorar su calidad de vida y aumentar sus posibilidades de recuperación.
Durante los tratamientos oncológicos, los pacientes pueden experimentar diversos efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarrea, pérdida de apetito y cambios en el sabor de los alimentos. Estos efectos secundarios pueden afectar la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes y, a su vez, debilitar el sistema inmunológico.
Es por eso que la nutrición es un componente importante en la lucha contra el cáncer. Un plan de alimentación personalizado puede ayudar a minimizar los efectos secundarios de los tratamientos y mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos. Cada paciente es único y tiene necesidades nutricionales específicas. Por lo tanto, se recomienda trabajar con un profesional de la nutrición para diseñar un plan de alimentación adaptado a cada paciente, evaluando los requerimientos nutricionales del paciente, su estado de salud actual y sus preferencias alimentarias para diseñar un plan que satisfaga sus necesidades nutricionales y minimice los efectos secundarios.
Algunas recomendaciones generales para los pacientes oncológicos incluyen:
⚫ Mantener una alimentación equilibrada que incluya una variedad de alimentos. Priorizar las frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables puede ayudar a proporcionar los nutrientes necesarios para mantener la energía y fortalecer el sistema inmunológico.
⚫ Si el apetito se ve afectado, se recomienda comer varias comidas pequeñas durante el día en lugar de tres comidas grandes. Esto puede ayudar a mantener un aporte constante de nutrientes y evitar la sensación de saciedad temprana.
⚫ Beber suficiente agua es esencial para el buen funcionamiento del cuerpo. Si el tratamiento provoca náuseas o vómitos, se pueden probar otras opciones de hidratación, como infusiones de hierbas o agua con sabor.
⚫ Los alimentos procesados y con alto contenido de azúcar pueden afectar negativamente la respuesta del cuerpo al tratamiento y disminuir la energía. Es mejor optar por alimentos frescos y naturales.
⚫ En algunos casos, puede ser necesario utilizar suplementos nutricionales para asegurar una ingesta adecuada de nutrientes. Sin embargo, siempre es importante consultar con el médico o un nutricionista especializado antes de iniciar cualquier tipo de suplementación.
⚫ Controlar los efectos secundarios de algunos tratamientos oncológicos que pueden afectar la alimentación, como la mucositis, la disfagia o la diarrea. Trabajar de cerca con el equipo médico y buscar la ayuda de un nutricionista puede ayudar a encontrar estrategias para aliviar estos síntomas y mantener una ingesta adecuada de alimentos.
⚫ Escuchar al cuerpo ya que cada paciente es único, por lo que es importante prestar atención a las necesidades individuales del cuerpo. Si un alimento en particular causa molestias o si hay cambios significativos en el apetito o el peso, se debe informar al médico o al equipo de atención médica.
Para los pacientes que padecen ciertos tipos de linfomas y reciben quimioterapia como parte de su tratamiento, es crucial consultar siempre con su médico. Esto se debe a que la dieta puede variar considerablemente según el medicamento administrado. Por ejemplo, algunos pacientes deben evitar alimentos crudos, comidas picantes, embutidos, ensaladas y verduras crudas y frutas peladas, entre otros alimentos similares. Por esta razón, desde la Asociación Civil Linfomas Argentina (ACLA), se recomienda encarecidamente a los pacientes que siempre busquen el asesoramiento de un equipo médico y nutricionistas especializados en oncología. De esta manera, podrán encontrar un plan nutricional adecuado que complemente su tratamiento oncológico
Acerca de ACLA
ACLA es una asociación sin fines de lucro que trabaja dando a conocer información, creando espacios de encuentro y ofreciendo orientación a pacientes con linfoma, síndromes mielodisplásicos y mielofibrosis, de modo de ayudar al conocimiento de la enfermedad, brindando contención y contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de las personas que conviven con estas enfermedades. Desde 2017 brindamos talleres de apoyo emocional y otro tipo de actividades orientadas a contener a los pacientes y acompañarlos en el proceso de su enfermedad.
Más info: http://www.linfomasargentina.org